Marina

Un día, E. me dijo que le encantaría tener en su casa un cuadro de una marina, con muchos colores y sólo una barquita... Enseguida me vino a la cabeza el que tengo colgado en mi habitación...
"Impresión atardecer". Monet, 1872. (Óleo sobre lienzo).

... nada menos que el que dio nombre al movimiento del Impresionismo.

Estuve buscando fotografías que se acercaran a la idea de E., no me dejé "impresionar"... y éste fue el resultado:

Marina, óleo sobre lienzo. 50 x27 cm.

La dificultad consistió tanto en incluir numerosas pinceladas en esa miniatura como en combinar colores que, para mi gusto, rara vez deberían ir juntos (el azul y el naranja).

Por suerte, a E. le gustó. Y eso me deja más que satisfecha.

DE VUELTA

Raíces. Óleo sobre lienzo, 50 x 70cm.
El regreso de las vacaciones se presenta lleno de nuevas ideas, pero, como siempre, el tiempo se encargará de descartar algunas.
Las caprichosas curvas de estos árboles siempre me han sugerido muchas cosas... por eso he echado un poco de imaginación a los colores que las visten.

Las artimañas de los dentistas


A los niños no les suele gustar ir al dentista a que le quiten dientes... Así que de alguna forma nos las teníamos que arreglar. ¡No garantiza una visita libre de llantos, pero algo ayuda!
(Los puntos suspensivos son para escribir el nombre del mellado en cuestión).

Mis primeros pasos con la tableta gráfica...




... dieron como fruto este dibujo infantil. El acabado de los colores no es demasiado fino, pero es un placer trabajar con el Alias Sketchbook, el "pincel" corre como si fuera uno convencional. Por motivos técnicos me acabé pasando al PhotoShop y ahora lo domino bastante más que el otro programa, pero no me parece tan cómodo.
Se me ocurrió la idea de mezclar realidad (el libro) y fantasía (el dragón, que está ahí porque la niña se lo está imaginando). Y... tampoco me entretuve mucho en los detalles porque buscaba algo simple y la composición en sí ya me parecía atractiva... Y ¡tampoco andaba sobrada de paciencia!

"Madre"



Junio 2007. Óleo sobre lienzo (73 x 54cm).
Aunque este cuadro ya tiene mucho tiempo, me parece una buena forma de empezar. Dista mucho de estar perfecto, pero por alguna razón a la gente le suele gustar... Quizá porque inspire ternura... Tengo que decir que el mérito no es del todo mío, ya que es la reproducción de una foto que encontré. Me gustó tanto que no quise hacer apenas cambios. Lo que me atrajo de ella es que no muestra excesiva dulzura entre madre e hijo, más bien veo cómo la madre le da las primeras lecciones de disciplina al bebé (que es como un cachorro impaciente). Y, por último, en la ventana del fondo imagino que se ve el futuro al que se enfrentará el pequeño. Me resultó bastante complicado darle vida a todo esto empleando una gama tan reducida de colores, pero me empeñé en mantener esos tonos pastel, que creo que consiguen dar un toque naïf.
Como su nombre indica (aunque tiene algún que otro novio) el cuadro no podía ir dedicado a otra persona.